A veces nos ponemos chinchetas que nos agarran al suelo, a un suelo que está frío porque hace tiempo que nadie lo pisó, a las baldosas que se rompen con sólo mirarlas pero que admiten cuatro chinchetas en sus juntas. Puede que las juntas de las baldosas estén para eso, si no, todo el suelo sería una gran baldosa. Las baldosas tapan lo que hay debajo, no dejan ver los huecos de pasta blanca, las imperfecciones del suelo real. La superficie lisa sobre la que pisamos, sobre la que intentamos escapar cuando las chichetas agarran, sobre la que jugamos al escondite sin muebles, no es más que un intento de disimulo, una farsa, una cara bonita que lo arregla todo con la comodidad de una fácil barredura, escondiendo las razones que nos llevaron a tapar lo que no gustaba. Y nosotros pegados a ese suelo. Con chinchetas.
lo he vuelto a leer...creo que es la primera vez que lo he entendido...creo que algún día pondré esto en alguna parte,y diré,esto lo ha escrito Lola...ay...eres tremenda...
Esta Palo es radiopatio y sí,tengo una sobrinita preciosa...ya te enseñaré fotitos...por cierto,que estaba pensando que tal y como van yendo las cosas,cuando yo quiera un hijo,pues...bueno,ya hablaremos lolilla...muak!
fíjate, de repente me ha dado por leer post tuyos antiguos (una se aburre mucho el día antes de un examen. Paso rápido por los comentarios, y leo no sé qué de palo, y se me ha descuadrado todo...hasta que he visto las fechas jeje
¿Sabes? (no, no sabes porque aún no lo he puesto, esa pregunta es una de mis muletillas ocasionales, y es absurda) Me alegra poder leer post como éste ahora, y tener la tranquilidad de saber que se han quedado anclados en el pasado