sólo por la silla...
A esas alturas ya era difícil dormir. Se tocó el pecho nada más despertarse para realmente darse cuenta de que era él y seguía ahí. Se sentó en una esquina y dejó pasar las horas como si nada, sin pensar, sin casi respirar, tan sólo imaginando cómo se gira sobre sí misma una soga suficientemente gruesa, rozando con su cabeza las imperfecciones que causan heridas en los pescadores noruegos, vaya anuncio absurdo... Así pasaron esas tres horas.
Después bajó la persiana hasta abajo y no tuvo que imaginar la cuerda. La palpó y notó esas imperfecciones con las manos. Ya podría haber sido tuerto y rey a la vez, pero no, le tocó ser lacayo e imaginarse todo desde que nació. Siguió palpando y llegó a un extremo. ¿El inicio del final o el fin del principio?. Para el caso, igual da. La silla, la mejor, de madera maciza y cómoda. Era el momento de ver qué tal se veía la vida con esos nuevos ojos imaginarios, sólo era curiosidad. -¿Quién hay ahí?-dijo asustado y avergonzado a la vez. -Nada, sólo entraba por la silla... ¿por qué estás a oscuras? Más bien, ¿para qué? Bueno, me la llevo... Pasa un buen día... |2006-09-25 | 09:01 | coctelera | Este post | | Tweet
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