El golpe en la mesa fue tan fuerte que tiró la taza de café, primero sobre la mesa y, por estar en el borde, directamente al suelo. Se partió en tres pedazos: el asa, un trozo pequeño y uno grande, el resistente, tanto que se podría volver a usar en caso de naufragio. El café, poco, no salpicó. Se coló entre las famosas juntas de baldosas, ensuciando si cabe un poco más el gres blanco de la cocina. Nunca debió poner gres blanco en la cocina, lo sabía desde el principio.
Lo que a mi me intriga es cual es el motivo que le llevó a dar el golpe sobre la mesa teniendo en cuenta que tenía la taza de café al borde de la mesa sabiendo que la taza se caería y:
1.- Rompería la taza.
2.- Mancharía el suelo de gres blanco sabiendo que era algo que no le gustaba y que hoy en día no se lleva.
A mi se me da muy bien eso de tirar café sobre las juntas del suelo de la cocina. Aunque en mi caso primero es la torpeza... y luego viene el cabreo :-P
a mí me tiraron el café el otro día encima, me manchó mi bufanda gris... entonces me apeteció pegarle un puñetazo a mi querida amiga, que lo único que quería era darme un abrazo... pero me quemó...
no tenía taza... era un vaso....
Por eso mi pregunta era una pregunta lanzada al aire, en plan retórico.
Por otro lado, hay un producto cojonudo para las juntas de las baldosas, las deja impolutas...